martes, 10 de mayo de 2016

"Dios se vuelve a disfrazar de jugador de baloncesto"

 (Foto: Getty Images)

Como dijo el gran Antoni Daimiel en referencia a Michael Jordan, cuando los Chicago Bulls se alzaron con su sexto anillo, "Dios ha vuelto a disfrazarse de jugador de baloncesto". Ayer Stephen Curry, en su reaparición tras la lesión, anotó 40 puntos, 17 de ellos en la prórroga (primer jugador en conseguir esta marca en tiempo extra), para poner el 3-1 favorable a los Golden State Warriors frente a los Portland Trail Blazzers.

Además de la gran cantidad de puntos, Curry también contribuyó en otras facetas del juego, como en rebotes, capturando 9 a pesar de ser base, y repartir un total de ocho asistencias, y eso que empezó con 0 de 9 en triples, para acabar con 5 de 16, haciendo un 5 de 7 cuando llegaba el momento crucial del partido. El estadounidense estuvo bien secundado por sus dos escuderos habituales, Klay Thompson (23 puntos) y Draymond Green (21 puntos).

Por parte de Portland, ni un magnífico partido de Damian Lillard con 36 puntos, 6 rebotes y 10 asistencias, acompañado de McCollum, con 24 puntos, pudieron hacer nada para empatar la eliminatoria.

Los Warriors sólo necesitan ganar uno más para meterse en la final de su conferencia.


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