Real Madrid 1 (5) - 1 (3) Atlético de Madrid
Y cayó la Undécima. El Madrid venció en un duelo trepidante al Atlético de Madrid tras un partido que se tuvo que decidir desde el punto fatídico.
El encuentro comenzó con los blancos mejor plantados sobre el césped de San Siro, dominando el centro del campo a través de Modric, Kroos, y por su puesto Casemiro, para mí el mejor del partido. A raíz de esto llegó el gol de los "merengues", corría el minuto 15 cuando Toni Kross lanzó una falta que logró peinar Gareth Bale, para que el hombre de la Décima, Sergio Ramos, metiera la punta de la bota para poner por delante a los de Zidane. En el gol hay un agarrón de Savic a Ramos pero también un fuera de juego del defensa andaluz.
Tras esto el Madrid se echó un poco atrás, y el Atlético tomó aire, aunque sin convertirlo en excesivo peligro. Poco más deparó la primera mitad. En la segunda, los "rojiblancos" obligados por el marcador, lo intentaron desde el principio, Pepe cometió penalti sobre Torres pocos minutos después de la reanudación, pero Griezmann falló la pena máxima tras estrellarla en el larguero.
A cada minuto el Atlético se echaba más hacia arriba, y el Madrid esperaba la contra, los del Bernabéu tuvieron varias ocasiones para sentenciar la final, pero entre Oblak, la defensa y la falta de puntería lo evitaron. Como dice el dicho, si perdonas lo acabas pagando, y así fue, en un centro de Juanfran desde la izquierda, Ferreira Carrasco, uno de los mejores de los colchoneros desde que entró al campo, se adelantó a la zaga madridista y puso el 1-1 a falta de 10 minutos para el final.
Casi sin tiempo para más, el partido se iba a la prórroga. Con los jugadores totalmente asfixiados el Madrid dominó más, a pesar de que los cambios los hizo Zidane muy pronto, mientras que Simeone esperó al final. Tampoco se movió el marcador y la final se decidiría desde el punto de penalti.
El Madrid no falló ninguno, todos por el mismo lado, parecía que Oblak no se sabía tirar por la izquierda, y el Madrid lo tenía estudiado, los rojiblancos tampoco fallaban, hasta que Juanfran, en el cuarto penalti, lo mandó al palo, era el turno para Cristiano Ronaldo, si lo metía, el Madrid era campeón, y el luso no falló, la Champions como en 2014, se iba para Cibeles.