Se le ha criticado mucho, se ha dicho de él que no sabe tirar triples, que no tiene nivel para jugar en la NBA, pero los grandes jugadores tarde o temprano siempre hacen reflexionar a sus críticos a base de buen juego, y eso es lo que está haciendo Ricky Rubio.
El base español de los Minnesota Timberwolves está seguramente en el mejor momento de su carrera baloncestística, por lo menos a nivel de estadísticas, en el último mes ha promediado más de 12 puntos y más de 10 asistencias por encuentro, en uno de ellos batiendo su récord y el de Minnesota en su historia, un total de 17 pases que acabaron en canasta. Aunque el triple no es su mejor virtud, enchufó seis la semana pasada, estableciendo así su récord en la NBA en esta faceta.
Todo esto le ha venido en una época muy complicada para él, hace apenas unos meses falleció su madre a causa de una enfermedad, pero Ricky es muy grande, y no solo en la pista, ha sabido superar sobretodo en lo anímico esta gran pérdida y está despuntando como nunca, sólo queda disfrutar de su juego, porque queda magia para rato.
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