(Foto:Twitter @realmadrid)
Cualquier equipo que se enfrente al Real Madrid sabe o
por lo menos debería saber que es un club hecho de una pasta especial, puede
hacer el peor partido que se pueda imaginar y golearte, o ir ganando y
complicarse la vida en cualquier momento, porque el Madrid es así, muy
imprevisible.
Esta temporada, la 2016/2017, el club de la capital
española está dejando muy a las claras su principal seña de identidad, las
remontadas, si por algo es conocido a los “merengues” aparte de por el gran
número de títulos que hay en sus vitrinas es por ese don que posee, el de darle
la vuelta a los partidos que se le ponen en contra, muchas tardes y noches de
gloria ha brindado el equipo madrileño a su afición tras conseguir una hazaña
como lo son las remontadas o los goles “in extremis”.
Este año ya ha sucedido en un par de ocasiones, por ejemplo
frente al eterno rival, el FC Barcelona, Sergio Ramos en los minutos finales
puso el empate en el marcador, rescatando un punto y dejando a los culés sin la
victoria. Curiosamente también en su estadio, el Santiago Bernabéu, ha tenido
que ponerse el “mono de trabajo para no caer derrotado”, frente al Deportivo
perdiendo 1-2 pudo darle la vuelta con un gol en el descuento, y frente a la UD
Las Palmas más recientemente pudo salvar un 1-3 en contra a pesar de tener un
jugador menos por una expulsión.
La competición que más gusta por historia al Madrid es
la Champions League, y ahí por supuesto también han sido presenciadas
remontadas históricas, como las de épocas anteriores. El Sporting de Lisboa y
el Nápoles también han sido “víctimas” del empuje madridista, cuando se ponen
en esa dinámica no hay nada que hacer, llegan en oleadas y con el poderío
ofensivo tan inmenso de los blancos hace casi imposible poder pararlos.
Si hay un jugador en el que queda reflejado este ADN
madridista no es otro que en Sergio Ramos, probablemente el defensa más
determinante de la historia ofensivamente hablando. El sevillano es un
auténtico especialista en el remate a balón parado, con los que ha logrado
innumerables goles, y además muchos de ellos en los últimos minutos, pero si se
le recuerda alguno es el del año 2014 frente al Atlético de Madrid, un
testarazo en el minuto 93 que supuso a la postre el ansiado décimo título
internacional para el Real Madrid.
Entrega, lucha y fe, sin duda, el ADN madridista.