(Foto: Road&Mud)
En mayo de 2004 una caída en la Vuelta a Asturias producida por un cavernoma en el cerebro estuvo cerca de alejarte del ciclismo, pero eso no estaba en tus planes, unas placas, muchos puntos, y unos meses después ya estabas dando guerras de nuevo en la carretera. Te vi por primera vez en el Tour del 2007 y desde ahí ha sido imposible perderte la pista, a mí y seguro que a miles de personas más nos enganchaste al ciclismo por tu estilo y valentía encima de la bici. Inolvidables tus duelos frente a Rasmussen, Lance Armstrong, Chris Froome, y sin duda el que más me marcó, frente a Andy Schleck.
Nunca he visto a un ciclista dar tanto espectáculo en las grandes vueltas, atacar cómo lo has hecho a 92 km en el Tour, o a 50 en la París-Niza, tus exhibiciones en el Giro de Italia y en la Vuelta a España, algo espectacular donde las haya, porque aunque ya no tengas el físico de antes lo sigues intentando hasta el final, dinamitando las carreras como sólo sabes hacerlo tú. No hay ni que decir que para mí tienes nueve grandes vueltas, los tres Tour de Francia, los tres Giros y las tres Vueltas a España.
Desgraciadamente el día de tu retirada está más cerca, pero sé que la seguirás liando en lo que queda de Vuelta, y cuando ésta termine, y no te vuelva a ver en esas retransmisiones televisivas, quedarás en la memoria como el mejor ciclista que he visto en este deporte, por todo esto, sólo te puedo decir gracias, Alberto Contador.
